Este 21 de febrero comenzó el juicio a la referente mapuche en el Juzgado de Comodoro Rivadavia, acusada por “coacción doblemente agravada”.
Moira Millán vive en la comunidad Pïlan Mahuïza, un territorio recuperado en 1999 por el pueblo mapuche, ubicado en provincia de Chubut, al sur de Argentina. En la organización de su comunidad ella es una weichafe, una guerrera, responsable de preservar la integridad y la seguridad de todas las personas que la conforman. Desde ese lugar, Moira ha participado en procesos de recuperación territorial y es una de las fundadoras de la Marcha de las mujeres originarias por el buen vivir.
En septiembre de 2017, en el marco de las investigaciones por la desaparición de Santiago Maldonado, el juez federal Guido Otranto ordenó un violento allanamiento, del que participaron más de 400 efectivos de fuerzas policiales especiales, a mapuches de Cushamen y Vuelta del Río.
Moira supo de lo ocurrido y, al día siguiente, se acercó a escuchar los testimonios de tortura que sufrieron los/as miembros de la comunidad. Se llevó a cabo un trawun (asamblea) y se decidió bajar a la cercana ciudad de Esquel para ocupar pacíficamente el juzgado federal. Reclamaron por la investigación de los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad y su desafectación, por la investigación de las irregularidades en el desempeño del juez Otranto y por el cese del hostigamiento y la represión contra las comunidades mapuches. La ocupación duró 5 horas, hasta que el juez les escuchó -rodeado de un cordón policial-.
Esa misma noche, al regreso de Esquel, se enteraron de que estaban quemando casas en Vuelta del Río. Moira define este acto como “un lenguaje mafioso y simbólico”, un “dispositivo del dolor que vuelve desde la época de la Campaña del Desierto”.
Un año después, el juez Otranto acusó a Moira por “coacción doblemente agravada”, un delito por el cual podría recibir una condena de entre dos y cuatro años de prisión. Pese a que distintas organizaciones sociales, tanto en Argentina como a nivel internacional, han reclamado en numerosas ocasiones el cese del hostigamiento y la criminalización de esta weichafe, el pasado jueves 21 de febrero de 2019 Moira tuvo que presentarse ante la justicia.
Dijo Moira alguna vez: “Como el Mariciweu dice ´por cada uno que caiga, diez se levantarán´. Podrán encarcelarme a mí, podrán extraditar al logko Facundo, seguir asesinando a nuestro Pueblo, pero se van a seguir levantando guerreros y guerreras, porque nuestra visión y nuestra espiritualidad nos lleva a respetar la vida y vamos a defender la vida”.